Pero no.
Ahí estoy, escandalizada, volviendome parte de esa masa insufrible de mujeres al borde del abismo. Ahí me veo, otra vez. La histeria me recorre la piel como un líquido, como agua servida. Ahí estoy, siendo esa que no debería, que no querría ser.
Acá estoy, pensando en todo lo que debía y podía. Culpas innecesarias... remordimiento. Horrible sensación. No quiero verte acá, pero tampoco recordarte ahí, antes, porque tus gestos se cuelan en el recuerdo y me estremezco de indecisión. Recuerdo un abrazo que quiso serlo todo. Pero no lo fue. Culpa. Otra vez.
Un momento que pudo no ser. Pero fue. Y volverá a ser, lo sé. Decir de más... y no decir. Decir de menos, y actuar de más.
Palabras de más. Nunca suficientes, siempre de más.
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