jueves, 4 de septiembre de 2008

De 3 en 3

Una obsesión me acecha hace años, no me deja en paz, no me da aire, ni espacio.
Cuando me encuentro en movimiento, tengo una desesperante necesidad de caminar siguiendo un patrón, un exasperante patrón. De 3 en 3. De 3 en 3. De 3 en 3.
Si me encuentro caminando, las baldosas de la vereda son pisadas de 3 en 3. De 3 en 3. De 3 en 3.
Si, en cambio, me encuentro transitando por una ruta, las líneas blancas del asfalto circulan por mi mente. De 3 en 3. De 3 en 3. De 3 en 3.
Cuando, generalmente, circulo en automóvil por las calles urbanas, cuento las letras de cada palabra que mi mente consigue captar. De 3 en 3. De 3 en 3.
P-ELU-QUE-RIA
HU-MBE-RTO
E-UGE-NIA
BAR-RIO COF-ICO

Incansablemente, las letras me amedrentan. Se inmiscuyen en mis pensamientos y penetran mi sentir. Ya nada más importa, sólo la paridad: de 3 en 3. De 3 en 3.

De 3 en 3.

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