miércoles, 23 de abril de 2008

Sobre querer ser otro ser

Me paso los días pensando quién sería si no fuera yo.
Dificil tarea, cabe decir, la de pensarse a uno mismo como fuera de sí, y no enredarse en las lianas de la esquizofrenia. ¿Quien soy cuando no soy? ¿Cómo luzco cuando me siento no ser? Siento que el rostro se me desfigura entre los rasgos de la confusión, y de la tristeza. La gente me observa, como sabiendo de mi enfermedad. Intento ocultar la duda y pretendo. Pretendo ser, quien no soy. Pretendo estar, cuando no estoy. ¿Pretendo? Intento.
Como si mis ojos giraran hacia adentro, busco en mí una respuesta, una nueva yo que solucione mi dilema, mi pelea diaria entre mi ser, y mi querer ser. Conformarse, aprender, conocerse, aprehender... buscarse, y no encontrarse. Llamarse, y no contestar. Estar, y no querer hacerlo. Dudarse, y nunca confirmarse. Moverse, pero nunca acomodarse.
Los ojos se vuelven de vidrio, y la mirada se pierde en el abismo del devenir.
Qué más da. Lo irremediable del ser reaparece en el no ser y se vuelve cotidianeidad.
Maldita conformidad. Maldita.

1 comentario:

fulano/martínvillarroel dijo...

Yo si no fuera yo, quisiera ser Jean Claude Van Dame o Chuck Norris y andar en uno de esos autos grandotes y cuando vea a alguien que no me caiga bien en la calle, me bajo del auto y lo cago a chirlos, je. Hoy estoy televisivamente violento.