miércoles, 20 de febrero de 2008

Matar las horas

A veces no se me ocurre cómo pasarlas sin percibirlas. En realidad no sé cómo transitarlas sin notar que existen, sin siquiera percibir sus pasos. La verdad es que no logro conciliar el sueño con la vigilia, ni el hambre con la saciedad.
Las horas... infinitas, recurrentes, unicas, inacabables.
El tiempo, el mas grande de todos los tiranos, el más sabio de los jerontes, el más joven de los púberes.

1 comentario:

Xaj dijo...

El tiempo. Buitre negro del amor decía una antigua canción.

Es muy loco pensar que este segundo, estos minutos que estoy escribiendo en tu blog, nunca volverán. Nunca se repetirán. A excepción de que la vida sea un eterno retorno. Pero, vio cómo es eso, cuestiones filosóficas y charlas de cáfé.

Como me lo hace recordar la canción que tenes al costadito, sólo somos jinetes en esta tormenta Sense... mejor tratar bien al equino y mojarnos lo más sano posible.

Saluditos Sense. Me debes lo del ctrol+f11, jeje.