domingo, 9 de diciembre de 2007

Aire

Voy a esta fiesta, un sábado azul, y me encuentro no muy de sorpresa, con estos personajes que extrañamente presiento en cada otro y cualquier lugar. No imaginé jamás el secreto que entrañaban algunos de ellos. No pude anticipar la conspiración. No es, sin embargo, la primera vez q pasa.
El primer paso fue llegar. Y entender. Y empezar. El segundo fue, también, llegar. El tercero, intentar respirar.
El cuarto solía ser más difícil. Consistía en volver a comenzar, a recuperar el yo.
Esta vez, el cuarto paso, pasó. Y, como él, pasaron y pasaron... y quedaron.
Entre paso y paso lo vi, ahí, desnudo ante mí. Pude comprobar que algo habían escondido. El complot daba resultado y me entregaba por voluntad propia, fielmente a la causa.
Sólo ser parte, y, solo, ser parte.
Y me quedé ahí, justo donde quise, respirando sólo el aire del encuentro, ese que huele a ozono.
Algunos de esos personajes ya se dejan reconocer entre mis sueños. Quizá el insomnio desaparece, al fin.

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