martes, 18 de diciembre de 2007

El último abrazo

Hace un año me bajé del colectivo, y ahí estabas. Habías salido antes del trabajo para ir a buscarme, a mí, a la enano. Me acuerdo que corrí a tu encuentro. Habían pasado casi 4 meses de la última vez que te había visto, en mi cumpleaños. Fue muy fuerte verte, como si supiera, mirá. Cuando llegué abajo, salté encima tuyo y me abrazaste fuerte, muy fuerte. "No llores, boluda" me dijiste. Sentí tantas emociones juntas que no podría explicarlo nunca, jamás. No lograba soltarte, como si una fuerza mayor me retuviera entre tus brazos. No debí haberte soltado, nunca. Nunca.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No llores si me amas…

Si conocieras el don de Dios y lo que es el cielo!
…Cuando la muerte venga a romper las ligaduras
como ha roto las que a mí me encadenaban,
cuando llegue un día que Dios ha fijado y conoce,
y tu alma venga a este cielo en que te ha precedido la mía,
ese día volverás a verme,
sentirás que te sigo amando,
que te amé, y encontrarás mi corazón
con todas sus ternuras purificadas.
Enjuga tu llanto y no llores si me amas!

San Agustin…

eljuansa. dijo...

estoy.